Violencia contra la mujer


Objetivo 

Este blog nace con la finalidad de convertirse en un espacio de reflexión, información y acción frente a la violencia contra la mujer, una problemática urgente y persistente que afecta a millones en todo el mundo. Nuestro propósito principal es visibilizar las distintas formas de violencia —física, psicológica, sexual, económica, simbólica, entre otras— que enfrentan las mujeres en sus hogares, trabajos, espacios públicos y digitales, así como generar conciencia sobre sus profundas consecuencias individuales y sociales.

A través de contenidos periodísticos, artículos de análisis, testimonios, entrevistas, recursos de apoyo y materiales educativos, buscamos contribuir a la formación de una ciudadanía más informada, empática y comprometida con la erradicación de todas las formas de violencia de género. Además, pretendemos crear un puente entre víctimas, especialistas, activistas, instituciones y personas interesadas en construir una sociedad más justa, segura e igualitaria.

Creemos que informar es un acto de resistencia, y que el conocimiento es clave para transformar estructuras de poder desiguales y cuestionar los estereotipos que perpetúan la violencia. Este blog se propone, entonces, no solo como una fuente de información, sino como una herramienta de transformación social que invite a la acción colectiva y a la generación de cambios reales desde la educación, la cultura y la participación activa.








Columna de opinión: Violencia contra la mujer, una herida abierta en nuestra sociedad

La violencia contra la mujer continúa siendo una de las principales violaciones de los derechos humanos a nivel mundial. A pesar de los avances en legislación y conciencia social, millones de mujeres siguen siendo víctimas de abusos físicos, psicológicos, sexuales y económicos, tanto en el ámbito privado como en el público. Este fenómeno no distingue edad, clase social ni nivel educativo, y sus consecuencias se extienden mucho más allá de las víctimas directas, afectando profundamente el tejido social.

En países de América Latina, por ejemplo, una mujer es asesinada cada dos horas por el simple hecho de ser mujer, según datos de organismos internacionales. Estos feminicidios son la expresión más extrema de un sistema de violencia estructural y persistente que se reproduce en el hogar, en el trabajo, en las instituciones y en los espacios digitales. Aun así, gran parte de los casos no son denunciados, ya sea por miedo, por desconfianza hacia las autoridades o por la normalización cultural de la violencia.

Esta problemática tiene raíces profundas en sistemas patriarcales que históricamente han relegado a las mujeres a roles subordinados. El machismo, los estereotipos de género, la desigualdad económica y la falta de acceso a justicia real y efectiva perpetúan un ciclo de violencia del que muchas mujeres no pueden escapar. Además, cuando los agresores no reciben castigos ejemplares, se envía un mensaje de impunidad que desmotiva la denuncia y alienta la repetición de estos crímenes.

La violencia contra la mujer también tiene un alto costo social y económico. Genera traumas, desestabiliza familias, limita el desarrollo profesional y personal de las víctimas, y sobrecarga los sistemas de salud y justicia. Además, afecta a las futuras generaciones, ya que los niños que crecen en entornos violentos tienen mayor probabilidad de replicar patrones de abuso.

Sin embargo, la resistencia también crece. Movimientos feministas y organizaciones sociales han colocado esta problemática en el centro del debate público. A través de marchas, campañas, leyes como las de violencia de género o paridad, y la presión constante sobre gobiernos e instituciones, han logrado visibilizar un problema que por mucho tiempo se mantuvo en la sombra.

Pero no basta con visibilizar. Es fundamental pasar de la indignación a la acción estructural. Se necesitan políticas públicas con perspectiva de género, inversión en prevención y educación desde edades tempranas, fortalecimiento de los sistemas de denuncia y protección, y, sobre todo, una transformación cultural que promueva relaciones igualitarias y respetuosas entre hombres y mujeres.

Cada caso de violencia contra la mujer que no se atiende, cada denuncia que se archiva sin justicia, es una falla colectiva. No se trata solo de estadísticas, sino de vidas que se apagan, de voces que se silencian y de futuros que se truncan. Enfrentar esta realidad no puede ser una tarea exclusiva de las mujeres: es una responsabilidad social que exige el compromiso activo de todos y todas.

Porque una sociedad que no protege a sus mujeres, es una sociedad que fracasa en su promesa más básica: la de garantizar una vida digna y libre de violencia para todos sus integrantes.


LOCALES


Tiene Puebla un protocolo para proteger a mujeres en casos de violencia, así funciona


El municipio de Puebla ya cuenta con un “protocolo para emitir medidas u órdenes de protección administrativas ante casos de violencia contra las mujeres, adolescentes, niñas y niños”. Se trata de una alternativa rápida y accesible que tendrán aquellas personas que realicen una solicitud de apoyo o llamada de auxilio ante una emergencia. 

Hace dos meses, el Cabildo de Puebla aprobó una serie de adecuaciones al Código Reglamentario para el Municipio (COREMUN), donde se brindó una serie de facultades a los jueces y juezas de Justicia Cívica, pertenecientes a la Sindicatura municipal para emitir órdenes de protección a favor de mujeres, niños y adolescentes. 


Con ello, Puebla capital se convirtió en el primer municipio a nivel nacional en contar con este protocolo. Sin embargo, todavía existen algunas preguntas respecto a su funcionamiento, mismas que ya podrán aclararse porque el dictamen ya está publicado en la Gaceta Municipal. 

De esta forma, ya es posible conocer la ruta de actuación de la medida que tiene el objetivo de salvaguardar a este grupo poblacional en riesgo, ante casos de violencia. 



NACIONAL



FISCALIA RESPONDE A LAS 18 CARPETAS POR VIOLENCIA DE GENERO EN ESCUELAS




De acuerdo al  informe de resultados de la Alerta de Violencia de Género presentado por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), se detalló que desde la creación de la Unidad de Atención e Investigación de delitos sexuales cometidos en contra de estudiantes de educación media superior y superior, se abrieron 18 carpetas de investigación.


De estas, 12 derivan de agresiones ocurridas en escuelas públicas y nueve se suscitaron dentro de los planteles.


Al respecto, la titular de esta dependencia, Ingrid Gómez, destacó que de enero a junio de este año se han intervenido 52 planteles educativos de distintas instituciones de educación media superior, en los que se ha compartido una guía de cómo actuar en diversas situaciones vinculadas al número de atención de emergencias *765.


Combate a la violencia de género en las escuelas 

La Unidad de Atención e Investigación de delitos sexuales cometidos en contra de estudiantes de educación media superior y superior, se inauguró dos meses atrás y brinda apoyo multidisciplinario exclusivamente a través de mujeres, que contemplan:


la atención médica y psicológica

exploraciones médico ginecológicas en caso de agresiones sexuales 

servicios periciales en psicología, secretariales y de investigación

Esta labor se complementa con actividades informativas y de prevención de la violencia de género en los planteles educativos que realiza personal de la Secretaría de las Mujeres.


Asimismo, a partir del regreso a clases, en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional se brindarán capacitaciones actividades de prevención y mesas de atención para estudiantes, a fin de que en dichos espacios se pueda brindar contención y canalización oportuna, como se ha hecho en los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES).



INTERNACIONAL



La violencia de género aumenta de forma alarmante contra las mujeres y niñas ucranianas



Además de las víctimas directas que dejan los cruentos enfrentamientos en Ucrania, esa guerra ha propiciado un aumento alarmante de la violencia de género, afectando a miles de mujeres y niñas en todo el país, alertó este martes el Fondo de Población de la ONU (UNFPA).

Un nuevo informe de esa dependencia afirma que el conflicto ha exacerbado las formas de violencia ya existentes, dando lugar a un terrible incremento de los casos de violencia de pareja y abuso doméstico.

Según el estudio, los hombres que regresan del frente cargan traumas y problemas de salud mental, y a menudo descargan su frustración en sus parejas, hundiendo a las mujeres en un profundo ciclo de violencia.

Atrapadas con sus agresores
Las restricciones de movilidad, como los toques de queda y las alertas aéreas, han forzado a las mujeres a pasar más tiempo con sus agresores.

El texto explica, por ejemplo, que cuando las sirenas suenan, las mujeres no pueden salir, quedando atrapadas con sus victimarios sin un lugar adónde ir.

Los refugios implican más vulnerabilidad
El desplazamiento también ha generado una serie de problemas para las mujeres que han huido de sus hogares en busca de refugio en albergues temporales en los que suelen enfrentar condiciones precarias y son más vulnerables al abuso.

La falta de privacidad y la sobrepoblación en los refugios aumentan el riesgo de explotación y violencia sexual, apuntó UNFPA.

Dependencia extrema
La escasez de recursos y la creciente inseguridad económica son otros factores derivados de la guerra que han dejado a las mujeres en una situación de dependencia extrema.

La pobreza y el desempleo las hacen más susceptibles a ser controladas y abusadas por sus parejas.

¿Agresores o héroes de guerra?
Basado en los testimonios de 300 mujeres ucranianas, el informe destaca las dificultades que tienen para denunciar a los agresores, sobre todo cuando se trata de hombres que regresan de la guerra y sus comunidades los consideran héroes.

La directora regional del UNFPA subrayó la importancia de escuchar las voces de las mujeres en este contexto: “Las mujeres deben estar en el centro de nuestra planificación humanitaria. Reconstituir carreteras y líneas eléctricas es sólo una parte de la solución; también debemos sanar las heridas emocionales y sociales causadas por la guerra”, dijo Florence Bauer.

La reconstrucción también debe ser emocional y social
En medio de la devastación, la agencia de la ONU resaltó la resiliencia de las mujeres ucranianas como un faro de esperanza, enfatizando que la reconstrucción de Ucrania no sólo debe ser física, sino también emocional y social, con un enfoque decidido en proteger y apoyar a las mujeres, quienes son el corazón de la resistencia y la reconstrucción del país.

La ONU estima que 2,4 millones de personas en Ucrania, en su mayoría mujeres y niñas, sufren o corren el riesgo de sufrir violencia de género y necesitan servicios de apoyo.


INFOGRAFIA




REDES SOCIALES




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